domingo, 29 de abril de 2012

“Brunch storming” y Magdalenas de pistachos y arándanos


Si se juntan un grupo de buenas amigas con una comida muy rica y unas botellitas de champán, el resultado no puede ser otro: ¡Brunch storming! Dulces, salados, frutas y cócteles se juntan con una verdadera lluvia de anécdotas e ideas que se alarga durante horas. 



Aunque soy consciente de que sobra la explicación, ya que en pocos años el "brunch" se ha convertido en un clásico como las torrijas en Semana Santa, voy a comenzar aclarando lo que es por respeto a mi madre que está convencida de que me invento palabras para que no me entienda. El brunch es un invento anglosajón que une el “breakfast” (desayuno) con el “lunch” (almuerzo o comida del medio día). Una cita gastronómica propia del fin de semana que es perfecta para los días de resaca en los que la hora de despertar suele ser tarde para un desayuno y pronto para la comida.
S. Acosta
S. Acosta
Normalmente en un menú de "brunch" se combinan alimentos típicos del desayuno, con platos más copiosos propios del medio día y lo deseable es que termine con un coctel ligerito como una Mimosa o un Bloody Mary.  Este invento, que se popularizó en Nueva York, está presente en numerosos establecimientos del centro de Madrid, esto merece un post aparte y lo debo. En resumen, como fan enloquecida de los desayunos en general, el brunch hace años que me conquistó y vendería la cena de Navidad por un buen brunch mensual.

S. AcostaPara esta ocasión comenzamos brindando con una Mimosa y después desparrame: tortilla de patatas con cebolla caramelizada, queso, embutidos, tomatitos aliñados, croissants, ensaimadas y frutas. Además teníamos aportaciones caserísimas como bizcocho de naranja, exótico mousse de mango y tartaletas de lima-limón. 

Merece una mención especial la anfitriona, su mantequilla casera y el menaje tan lindo que tiene. Por supuesto, no faltó la mermelada, la miel, un buen pan, cafés y tés. Este último de Harney and Sons, una marca americana que está muy rica y que cada vez se encuentra en más sitios de Madrid.

De la conversación no revelaré nada pero fue una auténtica lluvia de noticias sobre la profesión, los planes de futuro, los entretenimientos en la cola del paro y las situaciones sentimentales varias. Un plan estupendo por el que merece la pena cocinar y aguantar sin desayunar hasta las doce.

Mi aportación fueron estas magdalenas de pistachos y arándanos. Para ser las segundas estaban ricas, pero continuaré perfeccionando la técnica ya que estos planes hay que repetirlos.

Ingredientes para una docena de magdalenas de pistarándanos;)

125 ml aceite vegetal
125 ml de azúcar moreno 
2 huevos
1/2 sobre de levadura
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharada de miel

Modus operandi:
  1. En un bol estrecho y con las varillas eléctricas bates el aceite, el azúcar y los huevos. Cuando sea una mezcla homogénea añades la leche evaporada mientras sigues batiendo.
  2. En un bol más grande mezclas la harina, la levadura y el bicarbonato, y los juntas con la mezcla anterior. Vas integrándolos con una cucharada de madera hasta que estén bien mezclados. Y le añades los pistachos y los arándanos. 
  3. Pones las blondas dentro del molde y vas rellenando una a una hasta un tercio del papel. Y lo metes al horno, previamente precalentado a 170º, durante 30 minutos.
  4. Cuando estén doraditas, las dejas enfríar fuera del horno para que no se sequen con el calor residual.
  5. Cuando estén frías las decoras a tu gusto. Yo he hecho una confitura de fresas muy espesa y pegajosa (con hojas de gelatina) para que se queden pegados los pistachos y los arándanos. 

¡Uy! Que no se nos olviden estos compañeros de "brunch". Estos son unos mini croissants llegados de Alcalá de Henares crujientes y perfectos para ser untados con la mantequilla casera y todo lo que se te ocurriera. 

Mmm... Estas son las Mimosas. ¡Deberían estar protegidas por la Constitución! Todos tenemos derecho a desayunar cada día con este cóctel, deberían venderlo en tetrabrick... Pero el nuestro esra casero y muy rico. Naranjas, champán, Cointreau y algún secretito más.


Y el bizcocho de naranja de Felicia Delicia, una delicia feliz y natural como todo lo que sale de su cocina.


Pues eso mis queridos devoradores de Musgo y Mandarina, estas son algunas claves de un "brunch" perfecto así que... ¡quién no "brunchea" es porqué no quiere! Y os advierto que crean adicción, una vez que lo pruebes venderás las comidas populares de las fiestas de tu pueblo al mismísimo diablo con tal de "brunchear".

Y si te quedas con hambre... ¡toma Musgo y Mandarina!







3 comentarios:

  1. Mmmmmmmmm, tengo un problema con tus posts...me dan un hambre terrible!! Me quedo con ganas de probarlo todo...viva el brunch!! Soy fan 100%!! No existe ninguna otra comida al día en el que todo quepa y no haya límite de cantidad...me encanta que nadie haya determinado qué o cuánto se puede comer en un brunch...

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    1. Eso es lo mejor de toooodooooo: "Nadie ha determinado qué y cuánto se puede comer en un brunch". ¡Cabe todo!

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  2. mi primer brunch!!! me declaro fan absoluta de este invento!!! y además me encanta ejercer de anfitriona!!! estuvo genial, todo muy rico... pero lo mejor, lo mejor de todo fue la compañía y nuestras risas!!! muy buena terapia combinada con la cocinoterapia!!!

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