Cocinoterapia en Yogyakarta, Indonesia. |
La técnica es de lo más sencilla
y seguro que alguna vez la habéis practicado sin saber que se trataba de un
método terapéutico. La “cocinoterapia” se fundamenta en disfrutar comiendo y, sobre
todo, dando de comer. La cocina requiere tiempo, mimos y práctica. Tres
ingredientes que parecen sencillos pero que no todo el mundo los consigue.
Desde Musgo y Mandarina recomendamos practicar este paliativo al comienzo de cada semana. Cuando la
ciudad madruga y se pone especialmente enérgica, dejándote al margen de
cualquier actividad… ¡Llegó el momento!
La terapia empieza desde que piensas
la receta. Así que con diligencia y responsabilidad cocinera una salta de la
cama y se va al mercado. Saluditos a los tenderos, toqueteos a la fruta y un poco
de olisqueo a los productos de la mañana. ¡Y para casa!
Una vez en la cocina se trata de
ser simple. No hace falta deconstruir, ni liofilizar nada. No nos van a dar ninguna estrella
Michelín. Por lo que podemos salir de la cocina con la cabeza bien alta cuando
la “Quiche Lorrain de las narices” se inmole por voluntad propia, hasta verse
reducida a un revuelto mondo y lirondo.
Por otro lado… ¡Estamos en el
paro! Tenemos carta blanca para hacer lo que queramos. Somos una parte muy
sensible de la sociedad a la que se le perdonan ciertas locuritas. Así que
llevando esta idea a la cocina… Exprimamos cítricos en donde nos venga en gana,
chupemos el brazo de la batidora y pongámonos un poco “copas” con el vino de
cocinar… ¡Si es bueno para el pollo, también lo será para ti!
¡Ále pues! La mejor parte está
por llegar, júntate con amigos, familia, vecinos o con algún capítulo de tu
serie favorita… ¡ Alaska y Mario of course! Y a disfrutar de tu éxito culinario o a
desternillarse ante la amalgama infernal que tengas en el plato.
La “cocinoterapia” no te curará de un día para
otro, pero seguro que te ayuda a suavizar el desazón. ¡Toma Musgo y Mandarina!
Me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, esto cada día mejora. Mil besos y ánimo que por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes o algo así se suele decir...
ResponderEliminarGracias Nira!!! Aquí esperamos a que el sol vuelva a brillar desayunando con calma Musgo y Mandarinas!!!
Eliminar